Rreflexión, del Evangelio de Juan
Lectura del
santo Evangelio según San Juan (6,51-58):
En aquel tiempo,
dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma
de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida
del mundo.»
Disputaban los
judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les
dijo: «Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su
sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene
vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida,
y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita
en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del
mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del
cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come
este pan vivirá para siempre.»
Palabra del Señor
Reflexión
Continuamos es
este caminar donde Jesús se sigue reconociendo como el “Yo soy” en el Evangelio
de San Juan; este “Yo soy” se encuentra siete veces, especialmente en este
domingo se nos muestra como el “Yo soy el pan”. En este discurso donde Jesús se
reconoce como pan vivo, nos invita a comer de su cuerpo y beber de su sangre,
quien nos abre la invitación a participar del gran banquete de la eucaristía.
No busquemos al señor porque nos llena el estómago, sino porque nos da el
verdadero alimento para el alma y es participar en su eucaristía y poder
recibir su perdón. Y compartir la fraternidad con todos nuestros hermanos a
través de la eucaristía, y es no quedarnos con ese alimento para nosotros, sino
que compartirles a nuestros hermanos de ese pan que nosotros también recibimos.
El 23 de agosto celebramos la fiesta de Santa Rosa de Lima.
Para esta fiesta realizamos este video. Disfrútalo.
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