sábado, 30 de septiembre de 2017

A Themis

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Con cariño quiero recordarte que existe la pobreza,
a ti gran alteza a la que te aqueja la tibieza,
es triste verte temblorosa al pasar el día,
mientras muchos mueren de hambre esperando tu venida. 
Han querido reducirte a expedientes judiciales,
sin saber cuanta tristeza esconden los penales,
muchos inocentes te claman e invocan cada día,
tu menos que ciega te haces la que no mira. 
Deberías sentir vergüenza de tanta coquetería,
De esa que te hacen los grandes pillos y tu ahí rendida
a los pies de quien te amarra y note deja ver el día
ojala escuches mi plegaria y aparezcas algún día.
 Nota: Dedicada a nuestro sistema judicial, que al parecer ha ayudado a mantener a Themis ciega mientras danzan millones en favor de los más favorecidos y en contra de los menos favorecidos.

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Evangelio 1 de Octubre de 2017

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Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,28-32):


En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»
Contestaron: «El primero.»
Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»
Palabra del Señor.

Reflexión:

En este domingo el Evangelio de San Mateo continúa con la secuencia frente a lo que es el trabajo en la viña del Padre, con el ejemplo del padre que les dice a sus hijos que vayan a trabajar en su viña, obteniendo la respuesta positiva de uno y la negativa de otro, pero para la sorpresa que el que hace el trabajo es aquel que en primer momento no da un sí, este evangelio nos invita a hacer un compromiso de trabajo por la viña del padre un compromiso coherente y sincero que nos lleve a trabajar en pro de todo el pueblo de Dios.

La coherencia de vida es aquella que nos pide el Señor y nos invita más que a dar un sí de palabras, es dar un sí del ser, un sí que transforme nuestra realidad y nos impulse desde lo más íntimo de nuestro corazón al trabajo por nuestros hermanos, con compromiso y sinceridad, un sí que se refleje en la actitud ante la vida. Se es coherente cuando todo los compromisos que asumimos lo realizamos no solo por salir del paso o quedar bien ante el otro, lo que sería hipocresía algo tan criticado por Jesús.

Todos somos trabajadores de la viña del padre, ejemplo de ello son los esposos que ante las dificultades se mantienen fieles a su sí y hacen de su hogar una viña prospera, de igual forma el estudiante que se esfuerza en su vida académica y hace de su trabajo una forma de contribuir a la sociedad, y también los sacerdotes y religiosos que frente al sí que un día dieron afrontan con firmeza y confianza en Dios todas sus tentaciones. Todos en desde la viña en la que Dios nos ha llamado a trabajar estamos convocados a ser coherentes y dar frutos.

Oración: 

Señor te damos gracias por todos los que a lo largo de la historia de la salvación han sido ejemplo de coherencia con sus vidas, te pedimos por todos lo que afrontan dificultades en sus compromisos, para que Tú los ilumines y les muestres la senda por la cual llevar a feliz término la misión encomendada, haz de todos nosotros servidores de tu viña y de nuestros hermanos para que juntos en una sola Iglesia marchemos hacia tu encuentro.



*Imagen tomada de https://bibliaycomunicacion.wordpress.com/page/11/?pages-list

viernes, 22 de septiembre de 2017

Evangelio 24 de Septiembre de 2017





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Evangelio según San Mateo 20,1-16a. 

Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. 
Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña. 
Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, 
les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. 
Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. 
Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'. 
Ellos les respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'. 
Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros'. 
Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. 
Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. 
Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, 
diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'. 
El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? 
Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. 
¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'. 
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».

Reflexión  

El evangelio de San Mateo nos presenta la parábola de los trabajadores del viñedo, un ejemplo de cómo es el reino de los cielos. Esta parábola tiene un hermoso trasfondo, que es la inmensa bondad de Dios para con su pueblo, hay que destacar dos cosas muy interesantes de este evangelio, la bondad de Dios y el llamado.

La parábola nos habla del dueño de la finca, este dueño es Dios y la finca el reino de los cielos, más a delante el dueño llama a unos trabajadores para laborar en su viñedo, podríamos interpretar que esos trabajadores somos cada uno de nosotros y el viñedo que es el reino de los cielos, por ende el señor nos llama a cada uno de nosotros a trabajar por el reino de los cielos, pero a todos no nos llama al mismo tiempo.

Ahora bien, uno de los temas centrales del evangelio es el llamado que Dios hace, es una invitación de amor para trabajar por el reino de los cielos, el señor nos hace el llamado y depende de nosotros si le servimos en el momento que nos llama, temprano o tarde, debemos preparar nuestro corazón para servirle por amor y trabajar por el reino de los cielos.

En evangelio nos presenta a un Jesús bondadoso el cual está abierto a nuestro seguimiento. En este pasaje podemos ver que a Dios no le interesa el tiempo en que le sirvamos sino lo más importante para Dios es que lo hagamos de corazón.

Oración

En este día pidámosle al señor que nos envié por medio del Espíritu Santo las fuerzas necesarias para aceptar su llamado y que nazca en nosotros la necesidad de trabajar por el reino de los cielos. 




*Imagen tomada de: http://lectiodivinacamo.blogspot.com.co/2011/09/lectio-divina-domingo-18-de-septiembre.html 

jueves, 21 de septiembre de 2017

Las cinco palabras para que no destrocen tu juventud


“Todo trabajo produce abundancia, la charlatanería sólo indigencia.”  (Pr 14,23)

La presente es una pequeña reflexión basada en una conferencia o charla de Fray Nelson Medina OP, de ante mano solicito me excusen por no citar puntualmente cada una de las frases que del conferencista, algunas las haré propias e incluiré algunas reflexiones personales.
La primera “C” que se menciona y sobre la cual vamos reflexionar es la “c” de CRITERIO; en este momento te surgirán diferentes cuestionamientos, ¿Qué es criterio? ¿Para que sirve? , Y si eres un poco más despiertos te preguntaras,  ¿tengo criterio? ¿Cómo lo adquiero?; vamos despacio, el criterio  tiene su origen  como palabra en un vocablo griego que significa “juzgar”, es decir, El criterio es el juicio o discernimiento de una persona,  es la capacidad de ver y diferenciar lo bueno de lo malo; por ejemplo, cuando ves un comercial de televisión (según tengamos o no criterio) pensar que necesitas realmente una cerveza para poder ver un partido de futbol, o por el contrario, entender que te quieren vender una cerveza a través de la pasión que te generar un partido de la selección pero que sin la cerveza también puedo ver el partido , ese juicio de valor dependerá del criterio que tengamos de la situación.
Ahora bien ¿Cómo se forma el criterio?, es importante que tengas en cuenta que la principal base del criterio es la madurez, pero para llegar a esta madurez necesitas  tener personalidad, que no es solo un estilo de vestir o de peinar “diferente” al de los demás, sino  poseer una coherencia  entre tus pensamientos, tus sentimientos y tu forma de actuar; por eso es en la etapa de la juventud y la niñez, es en la que se ven mayores espacios para formar tu criterio.  Por lo general los niños y más aún los jóvenes están o mejor estamos seducidos por un deseo inconsciente de justicia, un llamado a que el mundo que nos rodea sea coherente con el que deseamos,  ¿ no te ha pasado que te sientas “indignado” por algo que consideras injusto?, es en ultimas una reacción que sucede cuando vez que pasa algo que no tiene relación con el “deber ser”; sin embargo a falta de madurez  ese deber ser podría tornarse egoísta y no habría claridad ni coherencia, no permitiría en nosotros un espíritu reflexivo y una capacidad de autoconciencia llevando  al traste el criterio y deformándolo.
Pero bueno la pregunta que sigue es  ¿tengo criterio? ¿Dónde lo puedes comprar?; la realidad es que el criterio es algo que no para de formarse y que obviamente no se puede comprar, que debes ejercitar a diario, si lo tienes o no es sencillo de descubrir haciéndote de forma seria algunas preguntas como ¿puedes mirar objetivamente una determinada situación sin dejarte llevar de pasiones? , ¿Te dejas  guiar solo por las tendencias que se dan en nuestros entornos?  O sabes que son modas pasajeras, sabes  ¿Qué es lo realmente importante en tu vida? ¿sabes que es lo que te conviene como ser humano?, si tienes conciencia y comprendes estos cuestionamientos, podríamos decir que tienes criterio, en caso contrario, es tiempo de adquirirlo, de dejar de obrar de forma instintiva y empezar a pensar un poco antes de tomar tus decisiones, antes de lanzarte a la deriva. Tanto si tienes o no criterio debes continuar formándolo, nunca es tarde y dependerá de cada uno tomar la decisión de mantener el criterio y no dejarnos gobernar por el impulso.
La segunda “C” en la que vamos a continuar reflexionando es la “c” de CARÁCTER;  este hace  referencia básicamente a la permanencia de unos valores y principios independientemente de que el entorno cambie; es decir el carácter es el que en ultimas te permite ser coherente con tu criterio, pero debes seguir en tónica de reflexión y te preguntaras ¿tengo carácter? ¿Para que me sirve en ultimas el carácter?, bueno  para responder estas preguntas te planteare un ejemplo un poco más grafico y muy propio de la cultura mafiosa en la que muchos hemos sido criados, en la que lo importante es tener dinero, siendo este más importante que incluso la dignidad de muchos, el ejemplo es el siguiente: si  supusiéramos que tienes la posibilidad de llevar un cargamento de sustancias ilícitas y aterrizarlo en Europa o en algún país sin purgar un solo día de prisión, mejor dicho sin que NADIE más que tu lo sepa y con este ”negocio” te ganaras cien millones de dólares ¿lo harías?, piénsalo bien, son cien millones de dólares y nadie se enteraría jamás.
Ahora me pregunto ¿Qué habrás decidido en tu fuero interno?, quizá te parezca un ejemplo exagerado y de hecho lo es, pero es la forma mas sencilla de comprender cuan frágil puede ser nuestra voluntad y que tan fácil nos dejamos corromper; debo confesar que es una oferta muy tentadora y más en un mundo como el nuestro que gira alrededor de marcas de zapatos  y dinero, donde muchas veces como diría esa bella canción nos preguntan “amigo ¿cuanto tienes?, ¿cuanto vales?”, donde como diría Martin Valverde no preguntamos ¿Cómo es tu nombre? Sino ¿Cuánto es que te llamas?, en este punto debo ser claro en algo, si bien soy un Cristiano Católico, este escrito perfectamente puede caer en manos de alguien que profese otra religión o incluso que no profese ninguna, y si es tu caso, no te angusties, también esta hecho para ti; hago esta salvedad porque en el ejemplo dije y fui muy reiterativo con que “Nadie más que tu” sabría de el negocio, sin embargo ahí es donde viene realmente el Carácter, ese es una decisión personal, el echo de que tu lo veas debe ser suficiente para decir que no, y esto en todas las decisiones que tomes en tu vida, debes ser tu quien no se traicione así mismo y a sus principios; ahora bien si eres creyente te debo sumar que Dios también te esta mirando.
Y en últimas ¿Cómo se forma el carácter? ¿Cómo formas tu carácter?, es necesario que tengas claro que para poder tener carácter es necesario que tengas claros tus principios y tus objetivos de vida, que ejerzas el liderazgo de tu propia de vida, que sepas que siempre hay muchas opciones pero que quien toma la decisión de cual tomar eres tu, por encima de cualquier circunstancia particular, debes trabajar tú autoestima, debes quererte a ti mismo y valorar lo que eres, darte cuenta que no tienes ningún precio. Para este momento de la reflexión es necesario dejar claras dos premisas, y volvemos al Criterio, quien no tiene Criterio, se deja llevar por impulsos y quien no tiene Carácter tiene un precio.
Ahora vamos a la tercera “C” es la “C” de COMPASIÓN; pero ¿Qué es esto? ¿Cómo lo puedo practicar?, te habrás dado cuenta que esta reflexión esta escrita en forma individual, todo esta dirigido a “ti”, porque todas las cinco “c” deben asumirse de forma personal, en este caso, la compasión como palabra proviene del término latino cumpassio que significa ‘acompañar’, es decir es la capacidad de sentir piedad por alguien que esta en dificultades y ese sentimiento te lleva a la necesidad personal de acompañar al que sufre, de ayudarle.
Pero ¿para que ser compasivo?, es decir es sencillo a veces (aunque no tanto), ser compasivo con tu mamá cuando enferma o un familiar cercano, pero ¿ser compasivo con alguien que no conoces?, el mundo te ha hecho utilitarista, al punto que seguramente ya habrás pensado ¿para que leo esto?, sin embargo déjame proponerte una posible respuesta, todos los seres humanos buscamos la felicidad, tu, yo, el, ella, todos; sin embargo no todos la buscamos de la misma forma, algunos depositan toda su felicidad en las cosas materiales, otros en lo que ellos llaman el “éxito”, entre otras opciones, sin embargo si las analizas con detenimiento la mayoría lo hacen de forma egoísta, buscan SU PROPIA FELICIDAD, no la de los demás.
En este caso es necesario que te preguntes, si es que ya no lo estas haciendo ¿eres compasivo?, para dar respuesta a esta pregunta tu mismo, debes interiorizar un poco más y recordar las grandes decisiones que has tomado en tu vida ¿Por qué las has tomado? ¿Has pensado en los demás al hacerlo?; muchas veces puedes  posponer la compasión con la esperanza de que la vida te permita ejercerla alguna vez, un ejemplo practico de esto es aquel que se dice a si mismo “hoy no tengo tiempo para ayudar a los pobres, porque el estudio y mis amigos no me lo permiten, cuando sea un gran profesional fundare una fundación y hare x o y obra”, la intención es muy buena, ¿Qué tendría de malo querer fundar una fundación para una causa noble?, sin embargo y suponiendo que este sea tu caso, ¿Quién te garantiza que tendrás vida para hacerlo? Y más aún, si hoy que no eres ese “gran profesional” no sacas el tiempo ¿Quién te asegura que realmente vas a querer sacarlo cuando seas ese “gran profesional” y tengas más responsabilidades?, la compasión no es algo que se pueda aplazar, pues es un sentimiento que nace y exige una reacción, una acción, una acción por el pequeño, por el que necesita, por el pobre, el no nacido, el exiliado, por el hermano.
La cuarta “C” es la de la CONSTANCIA, la palabra constancia viene del latín constantia, la constancia es la firmeza y perseverancia en las resoluciones, es la capacidad de luchar, luchar por la justicia, por la fraternidad, por tus hijos (por los que tendrás). Se trata de una actitud o de una predisposición del ánimo respecto a un propósito; pero bueno, aquí debes tener cuidado y recordar que estas en una reflexión, no se trata de cualquier propósito,  “es que me propuse marcar un gol en este partido”, esos propósitos no son malos ni quiere decir que no halla constancia en alguno de ellos, pero no son los que te deben importar en esta reflexión; a propósito te invito en este momento a que pares un minuto y pienses ¿Cuáles son tus propósitos? O mejor, ¿Cuáles han sido tus propósitos mas cercanos antes de leer esta reflexión?, ¿tienes propósitos para tu vida?; bueno luego de esa pequeña pausa activa, te invito a que sigamos y con esos propósitos de vida, comprende de que constancia estamos meditando.
Ahora bien quizá te estés preguntando ¿Por qué no logras ser más constante?, entiendo que es una situación complicada, a veces el querer hacer las cosas bien no es sencillo, seguramente has intentado dejar un habito que te hace daño o adquirir uno que te sirva, sin embargo hacer algo en un momento es sencillo, pero ser constante y lograr continuar realizándolo por un tiempo, es mucho más complicado, y ahora dirás ¿Cómo soluciono esto?, para eso debes recordar las otras “C”, ralamente serán una muy buena base, si tu tienes criterio, carácter y eres una persona compasiva, dada a los demás, al bien común, seguramente tienes un terreno abonado para que la constancia se de en las cosas buenas, para que perseveres en el arte de ser feliz al servicio de los demás.
Es importante en este instante que tengas en cuenta que las cinco “C” te obligan a pensar en decisiones radicales, en cambios que debes tener en tu vida, si decides tomarlas en serio no puedes seguir siendo el mismo “Vicente que va a donde va la gente”, tienes que empezar a tomar las riendas, a ser líder, a realizar un cambio en ti que te ayude, pero para esto será necesario que practiques esta cuarta palabra en tu día a día, que seas constante con este cambio que se genera, con ese deseo de ser bueno.
Por ultimo, pero no menos importante la ultima “C” que se presenta y quizá una de las más pasadas de moda es la de CASTIDAD, a ciencia cierta es una palabra que quizá si conozcas, sin embargo como a muchos quizá te parezca exclusiva para sacerdotes, religiosas, y una que otra tía solterona. Sin embargo si has llegado hasta aquí y estas decidido a leer, es porque eres una persona que al menos esta abierto a la posibilidad de reflexionar un poco, y para esta reflexión quiero sumar otra pregunta nueva ¿realmente serias capaz de vivir en castidad?, ojo, no solo física sino mental, hoy en día se nos presenta el sexo como una droga fácil y la encontramos en todas partes.
Es importante en este punto hablar del sexo como el lenguaje más profundo que puedes llegar a tener con tu pareja, sin embargo, pregunta a ti mismo, si una mujer se besa con cualquiera ¿para ella que significa realmente un beso?, o si un hombre esta con acostumbrado a estar con muchas mujeres ¿será capaz de comprender lo que es entregarse a una esposa?,  y más aún en este ambiente reflexivo ¿Qué puede significar para ti un beso?, esto dependerá de cuanto consideres que valgas como ser humano, el sexo es en ultimas uno de los regalos más bellos que nos da Dios, nos da la posibilidad de dar vida, si eres un poco escéptico dirás “pero los animales también se pueden reproducir”  y en esto tienes razón, pero ellos no deciden exactamente con quien ni bajo que condiciones, tu eres un ser racional, además de espiritual, tu tomas las decisiones sobre ti mismo, sobre tu cuerpo y tu sexualidad.
Por esto que es una bonita forma de metáfora hablar del sexo como “el canto mismo de la vida”, pero ojo, es un canto que como todo canto exige afinación y notas limpias para que suene como debe sonar; luego de tanta reflexión sobre la castidad te tengo una propuesta y te puede sonar extraña, igual que a muchos jóvenes seguramente en la conferencia de Fray Nelson, la propuesta es la siguiente: Empieza a vivir en castidad, pruébate a ti mismo que eres capaz de vivir al menos un mes o porque no hasta el matrimonio o el resto de tu vida en castidad. Realmente te darás cuenta que vale la pena.
Aprenderás y supongo que esta reflexión te ha de ayudar a conocerte y a darle la importancia que requiere tener dominio sobre ti mismo, sobre tus pasiones, aprender a controlarlas y a decidir con claridad, ya para terminar voy a hacer referencia a una situación sobre la cual debes tener claridad y es que  Castidad amargada no sirve, el vivir aburrido o triste por tu castidad seria muestra de falta de madurez, de falta de comprender lo que vales como ser humano y lo que vale tu castidad. Debes aprender a vivir en Castidad pero de forma feliz, aprendiendo a dar valor a tu vida y a la de los demás, a la dignidad del otro y el respeto por su cuerpo.
Ahora te dejaré una ultima pregunta respecto a las cinco “C” de las que hemos dialogado ¿serás capaz de asumirlas y hacerlas parte de tu vida?, es una decisión que debes tomar tu mismo y que seguramente te traerá dificultades, pero que te aseguro te ayudara a ser más feliz, es tiempo de que seas líder, agente de cambio en pro del bien, una persona con Criterio, carácter que sea compasivo, constante y que vive feliz  en castidad comprendiendo así el valor que tiene y que tienen los demás, la decisión es solo tuya.
Cota: He titulado esta pequeña reflexión igual que la de Fray Nelson, con el fin de que sea un pequeño intento de complemento (por llamarla de alguna forma) y les dejo aquí el link donde pueden encontrar la charla original.
Andrés Julián Herrera Porras

viernes, 15 de septiembre de 2017

Evangelio 17 de Septiembre de 2017


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Evangelio según San Mateo 18,21-35. 
Se adelantó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”.
Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: “Señor, dame un plazo y te pagaré todo”.
El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’.
El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’.
Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor.
Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.
¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?’.
E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía.
Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”.
Reflexión 
Dios se hizo hombre para reconciliarnos del todo, esa fue la misión de Jesús, brindarnos el perdón y permitirnos volver a la comunión del Padre, es por esto que es necesario reflexionar sobre el padre y la trascendencia que tiene el mensaje de Cristo.
Jesús en el evangelio claramente nos invita a dejar el rencor y a dejarnos gobernar por el perdón, no es un mensaje aislad, podemos recapitular el tema de la bofetada (Mt 6,12) o las frases del padre nuestro sobre el perdón (Mt 6,12) para ver la profundidad y ver la coherencia del mensaje del Señor.
Pero valdría la pena preguntarnos ¿por qué Dios quiere que perdonemos?; la respuesta es amplia, en primer lugar porque los primeros afectados al no perdonar somos nosotros mismos afligidos por un doble dolor, el causado por el ofensor y el causado por el recuerdo; en segundo lugar porque al perdonar lo estamos dejando actuar, es el mismo quien perdona, quien nos da la fuerza y nos limpia, pero siempre que lo dejemos actuar.
Bien lo dice Fito Paez el perdón “raras veces suele ser humano”, porque si observamos con detenimiento la esencia del perdón es la caridad, es decir, el amor de Dios haciendo efecto en el ser humano, cuanto nos hace falta en Colombia el perdón y la reconciliación, cuanto nos falta el perdón en nuestros hogares, la paz entre vecinos, es tiempo de dejar actuar al que todo lo puede.
Oración
Señor hoy te pedimos por los pueblos que necesitan el perdón, por los hogares que están peleados, por los seres humanos que hoy necesitan dejar de lado el orgullo y reconciliarse, para que seas tu por medio de tu santo espíritu el que actué en sus corazones, amén.

*IMAGEN TOMADA DE HTTP://WWW.OCARM.ORG/ES/CONTENT/OCARM/RECONCILIACI-N

martes, 12 de septiembre de 2017

Francisco viajo a las periferias colombianas a encontrarse con Jesús.





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<<“.Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?”>>   (MT 25, 37-39)

Desde hace un tiempo he venido pensando ¿Qué es lo que realmente nos falta para ser cristianos? Y creo que he llegado a muchas posibles respuestas a esa pregunta, quizá la falta de compromiso o la de misericordia, sin embargo, me atrevo a responder (quizá cometiendo un error) que lo que más nos hace falta es reconocernos como seres humanos más allá de eso reconocer al otro como otro ser humano.
Seguramente con el título ya sepan de que se trata está reflexión, no tengo palabras como describir el sentimiento que nos embargó a todos en el Prenoviciado de los dominicos en Colombia con este viaje del Santo Padre a nuestro país por diversas razones tuvimos que verlo desde nuestro convento sin embargo a pesar de la distancia no paramos de seguir uno a uno todos los eventos del Papa en nuestro país.
El discurso del Papa Francisco ha sido fuerte y claro no ha dejado de pedir por la paz, entendida la misma como mucho más que un discurso político, la paz como el resultado de la justicia social, como resultado de un país que se preocupa por los “pequeños” de esos que el evangelio dice  “«Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar.” (Mc 9,42)
Esos pequeños son los que el Papa ha querido resaltar con su visita, las víctimas, los niños, los pobres, los enfermos… esos a los que Jesús siempre ha tenido entre sus preferencias, sin embargo, no nos podemos quedar con lo que vemos con claridad hay que leer entre líneas, el Papa no se vio con víctimas, niños, enfermos… El papa se encontró CON JESÚS  “En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.”  (Mt 25, 45).
Ante esto muchos pensaran “es el Papa y esa es su responsabilidad, visitar a los pobres…”, sin embargo no es así, no porque no sea su responsabilidad o la de cualquier Pontífice tener privilegio por los pequeños, sino el hecho de que Francisco ha dado ejemplo desde que era el Padre Jorge Mario Bergoglio, siempre ha estado pendiente de esos pequeños del Señor, es más, cuenta su hermana que él se quería hacer “cura de almas” para “sanar almas” y así ha seguido por años hasta hoy.
Pero todo esto, tan evidente, ¿de qué nos sirve?, la respuesta es más clara aún, es tiempo de hacer lo que todos podemos hacer pero pocos hacen, es tiempo de ser verdaderos cristianos y seguir el ejemplo del Papa, de buscar a Jesús en esos pequeños, de hacer del dolor humano la causa común de todo cristiano, de todo humano y solo así poder llamarnos Católicos de verdad.

*IMAGEN TOMADA DE HTTP://WWW.ELESPECTADOR.COM/NOTICIAS/NACIONAL/EN-IMAGENES-EL-HOMENAJE-DEL-PAPA-FRANCISCO-LAS-VICTIMAS-EN-COLOMBIA-GALERIA-712387

La Paz

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Antes de empezar a reflexionar sobre la palabra PAZ, quisiera empezar por definirla o inclusive redefinirla, cuando pensamos en “Paz” quizá nos llega a la mente el típico “Pace and love – Paz y amor” que se ha utilizado a lo largo del tiempo, También podemos pensar en que el país necesita paz, que nuestra ciudad necesita paz; Pero ¿Qué es la paz? Viene del Termino en Latín (PAX) Significa un período de estabilidad es decir, sin guerra. Antiguamente estos periodos de estabilidad o tranquilidad solo podían ser resultado de un “pacto” “pago” o un “tributo”. Cuando nos detenemos a imaginar sobre la Paz, tendemos a pensar que es un momento de tranquilidad absoluta, en donde nadie nos molesta y en donde no pasa absolutamente nada. En el antiguo testamento nos encontramos quizá con una de las definiciones claras de lo que esperamos de la paz (Levítico 26, 1-13) La paz es entonces la suma de los bienes otorgados a la Justicia: Tener una tierra fecunda, comer hasta saciarse, vivir en seguridad, dormir sin temores, triunfar de los enemigos, multiplicarse, y todo esto en definitiva porque Dios está con nosotros.(1) La paz, pues, lejos de ser solamente una ausencia de guerra, es plenitud de dicha.
Ya en los comienzos de la historia bíblica Da Pacem Domine (El señor dará la paz) Este don divino lo obtiene el hombre por la oración, pero también por una «actividad de justicia», pues Dios quiere que coopere a su establecimiento en la tierra, cooperación que se muestra ambigua a causa del «pecado siempre presente. La historia del tiempo de los jueces es la de Dios que suscita libertadores encargados de restablecer esa paz que Israel ha perdido por sus faltas. (2)

Podría asociar la paz con muchos términos pero en éste caso quiero hablar rotundamente sobre una de las raíces de esa misma palabra, En latín (PAK) Significa trabajar, ensamblar. En el párrafo anterior veíamos como a pesar de ser un don que viene realmente de Dios también quiere que nosotros trabajemos por esa tan anhelada paz. Hace aproximadamente 500 años Antonio de Montesinos gritaba: “Yo soy la voz de Cristo que clama en esta isla y, por tanto, conviene que lo oigáis con toda atención. Todos estáis en pecado mortal y en el vivís y morís por la crueldad con que tratáis a estas inocentes gentes. Decid: ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tal horrible servidumbre a estos indios? ¿Con que autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido con sus enfermedades, quede los excesivos trabajos que los dais incurren y se mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día? ¿Estos no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿Estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?”.

Quiero concluir esta corta nota reflexiva con las palabras del papa francisco en su invitación al año de la misericordia, palabras mismas que usó en el mensaje para la celebración de la XLIX jornada mundial de la paz. También nosotros estamos llamados a que el amor, la compasión, la misericordia y la solidaridad sean nuestro verdadero programa de vida, un estilo de comportamiento en nuestras relaciones de los unos con los otros. Esto pide la conversión del corazón de piedra en un corazón de carne, capaz de abrirse a los otros con auténtica solidaridad. Esta es mucho más que un “sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas” La solidaridad “es la determinación firma y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”(3), porque de la compasión surge de la fraternidad La paz entonces más que un sustantivo es un verbo, la paz igual que la guerra requiere acción y una acción inmediata, que sale desde lo más profundo del corazón, que nos convierte en seres misericordiosos, que nos permite aceptar nuestras diferencias y mantener el dialogo, que nos permite cambiar el corazón, que nos mueve las entrañas para poder hacer realmente la paz. Cabe aclarar que no hay paz para un sujeto en específico, que la paz no se puede hacer solo y para sí mismo, que para hacer la paz hay que salir de nuestras comodidades, de nuestros egoísmos, de nuestras injusticias y mirar con amor misericordioso a todo aquel que como Juan dice cada día (Yo soy la voz que clama en el desierto).

video uno


Rodolfo Toro Gamba 1 Diccionario de Teología Bíblica Leon Dufour 2 Diccionario etimológico 3 misericordiae vultus

Rreflexión, del Evangelio de Juan  Lectura del santo Evangelio según San Juan (6,51-58): En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente...