“Todo trabajo produce abundancia, la charlatanería sólo indigencia.”  (Pr 14,23)

La presente es una pequeña reflexión basada en una conferencia o charla de Fray Nelson Medina OP, de ante mano solicito me excusen por no citar puntualmente cada una de las frases que del conferencista, algunas las haré propias e incluiré algunas reflexiones personales.
La primera “C” que se menciona y sobre la cual vamos reflexionar es la “c” de CRITERIO; en este momento te surgirán diferentes cuestionamientos, ¿Qué es criterio? ¿Para que sirve? , Y si eres un poco más despiertos te preguntaras,  ¿tengo criterio? ¿Cómo lo adquiero?; vamos despacio, el criterio  tiene su origen  como palabra en un vocablo griego que significa “juzgar”, es decir, El criterio es el juicio o discernimiento de una persona,  es la capacidad de ver y diferenciar lo bueno de lo malo; por ejemplo, cuando ves un comercial de televisión (según tengamos o no criterio) pensar que necesitas realmente una cerveza para poder ver un partido de futbol, o por el contrario, entender que te quieren vender una cerveza a través de la pasión que te generar un partido de la selección pero que sin la cerveza también puedo ver el partido , ese juicio de valor dependerá del criterio que tengamos de la situación.
Ahora bien ¿Cómo se forma el criterio?, es importante que tengas en cuenta que la principal base del criterio es la madurez, pero para llegar a esta madurez necesitas  tener personalidad, que no es solo un estilo de vestir o de peinar “diferente” al de los demás, sino  poseer una coherencia  entre tus pensamientos, tus sentimientos y tu forma de actuar; por eso es en la etapa de la juventud y la niñez, es en la que se ven mayores espacios para formar tu criterio.  Por lo general los niños y más aún los jóvenes están o mejor estamos seducidos por un deseo inconsciente de justicia, un llamado a que el mundo que nos rodea sea coherente con el que deseamos,  ¿ no te ha pasado que te sientas “indignado” por algo que consideras injusto?, es en ultimas una reacción que sucede cuando vez que pasa algo que no tiene relación con el “deber ser”; sin embargo a falta de madurez  ese deber ser podría tornarse egoísta y no habría claridad ni coherencia, no permitiría en nosotros un espíritu reflexivo y una capacidad de autoconciencia llevando  al traste el criterio y deformándolo.
Pero bueno la pregunta que sigue es  ¿tengo criterio? ¿Dónde lo puedes comprar?; la realidad es que el criterio es algo que no para de formarse y que obviamente no se puede comprar, que debes ejercitar a diario, si lo tienes o no es sencillo de descubrir haciéndote de forma seria algunas preguntas como ¿puedes mirar objetivamente una determinada situación sin dejarte llevar de pasiones? , ¿Te dejas  guiar solo por las tendencias que se dan en nuestros entornos?  O sabes que son modas pasajeras, sabes  ¿Qué es lo realmente importante en tu vida? ¿sabes que es lo que te conviene como ser humano?, si tienes conciencia y comprendes estos cuestionamientos, podríamos decir que tienes criterio, en caso contrario, es tiempo de adquirirlo, de dejar de obrar de forma instintiva y empezar a pensar un poco antes de tomar tus decisiones, antes de lanzarte a la deriva. Tanto si tienes o no criterio debes continuar formándolo, nunca es tarde y dependerá de cada uno tomar la decisión de mantener el criterio y no dejarnos gobernar por el impulso.
La segunda “C” en la que vamos a continuar reflexionando es la “c” de CARÁCTER;  este hace  referencia básicamente a la permanencia de unos valores y principios independientemente de que el entorno cambie; es decir el carácter es el que en ultimas te permite ser coherente con tu criterio, pero debes seguir en tónica de reflexión y te preguntaras ¿tengo carácter? ¿Para que me sirve en ultimas el carácter?, bueno  para responder estas preguntas te planteare un ejemplo un poco más grafico y muy propio de la cultura mafiosa en la que muchos hemos sido criados, en la que lo importante es tener dinero, siendo este más importante que incluso la dignidad de muchos, el ejemplo es el siguiente: si  supusiéramos que tienes la posibilidad de llevar un cargamento de sustancias ilícitas y aterrizarlo en Europa o en algún país sin purgar un solo día de prisión, mejor dicho sin que NADIE más que tu lo sepa y con este ”negocio” te ganaras cien millones de dólares ¿lo harías?, piénsalo bien, son cien millones de dólares y nadie se enteraría jamás.
Ahora me pregunto ¿Qué habrás decidido en tu fuero interno?, quizá te parezca un ejemplo exagerado y de hecho lo es, pero es la forma mas sencilla de comprender cuan frágil puede ser nuestra voluntad y que tan fácil nos dejamos corromper; debo confesar que es una oferta muy tentadora y más en un mundo como el nuestro que gira alrededor de marcas de zapatos  y dinero, donde muchas veces como diría esa bella canción nos preguntan “amigo ¿cuanto tienes?, ¿cuanto vales?”, donde como diría Martin Valverde no preguntamos ¿Cómo es tu nombre? Sino ¿Cuánto es que te llamas?, en este punto debo ser claro en algo, si bien soy un Cristiano Católico, este escrito perfectamente puede caer en manos de alguien que profese otra religión o incluso que no profese ninguna, y si es tu caso, no te angusties, también esta hecho para ti; hago esta salvedad porque en el ejemplo dije y fui muy reiterativo con que “Nadie más que tu” sabría de el negocio, sin embargo ahí es donde viene realmente el Carácter, ese es una decisión personal, el echo de que tu lo veas debe ser suficiente para decir que no, y esto en todas las decisiones que tomes en tu vida, debes ser tu quien no se traicione así mismo y a sus principios; ahora bien si eres creyente te debo sumar que Dios también te esta mirando.
Y en últimas ¿Cómo se forma el carácter? ¿Cómo formas tu carácter?, es necesario que tengas claro que para poder tener carácter es necesario que tengas claros tus principios y tus objetivos de vida, que ejerzas el liderazgo de tu propia de vida, que sepas que siempre hay muchas opciones pero que quien toma la decisión de cual tomar eres tu, por encima de cualquier circunstancia particular, debes trabajar tú autoestima, debes quererte a ti mismo y valorar lo que eres, darte cuenta que no tienes ningún precio. Para este momento de la reflexión es necesario dejar claras dos premisas, y volvemos al Criterio, quien no tiene Criterio, se deja llevar por impulsos y quien no tiene Carácter tiene un precio.
Ahora vamos a la tercera “C” es la “C” de COMPASIÓN; pero ¿Qué es esto? ¿Cómo lo puedo practicar?, te habrás dado cuenta que esta reflexión esta escrita en forma individual, todo esta dirigido a “ti”, porque todas las cinco “c” deben asumirse de forma personal, en este caso, la compasión como palabra proviene del término latino cumpassio que significa ‘acompañar’, es decir es la capacidad de sentir piedad por alguien que esta en dificultades y ese sentimiento te lleva a la necesidad personal de acompañar al que sufre, de ayudarle.
Pero ¿para que ser compasivo?, es decir es sencillo a veces (aunque no tanto), ser compasivo con tu mamá cuando enferma o un familiar cercano, pero ¿ser compasivo con alguien que no conoces?, el mundo te ha hecho utilitarista, al punto que seguramente ya habrás pensado ¿para que leo esto?, sin embargo déjame proponerte una posible respuesta, todos los seres humanos buscamos la felicidad, tu, yo, el, ella, todos; sin embargo no todos la buscamos de la misma forma, algunos depositan toda su felicidad en las cosas materiales, otros en lo que ellos llaman el “éxito”, entre otras opciones, sin embargo si las analizas con detenimiento la mayoría lo hacen de forma egoísta, buscan SU PROPIA FELICIDAD, no la de los demás.
En este caso es necesario que te preguntes, si es que ya no lo estas haciendo ¿eres compasivo?, para dar respuesta a esta pregunta tu mismo, debes interiorizar un poco más y recordar las grandes decisiones que has tomado en tu vida ¿Por qué las has tomado? ¿Has pensado en los demás al hacerlo?; muchas veces puedes  posponer la compasión con la esperanza de que la vida te permita ejercerla alguna vez, un ejemplo practico de esto es aquel que se dice a si mismo “hoy no tengo tiempo para ayudar a los pobres, porque el estudio y mis amigos no me lo permiten, cuando sea un gran profesional fundare una fundación y hare x o y obra”, la intención es muy buena, ¿Qué tendría de malo querer fundar una fundación para una causa noble?, sin embargo y suponiendo que este sea tu caso, ¿Quién te garantiza que tendrás vida para hacerlo? Y más aún, si hoy que no eres ese “gran profesional” no sacas el tiempo ¿Quién te asegura que realmente vas a querer sacarlo cuando seas ese “gran profesional” y tengas más responsabilidades?, la compasión no es algo que se pueda aplazar, pues es un sentimiento que nace y exige una reacción, una acción, una acción por el pequeño, por el que necesita, por el pobre, el no nacido, el exiliado, por el hermano.
La cuarta “C” es la de la CONSTANCIA, la palabra constancia viene del latín constantia, la constancia es la firmeza y perseverancia en las resoluciones, es la capacidad de luchar, luchar por la justicia, por la fraternidad, por tus hijos (por los que tendrás). Se trata de una actitud o de una predisposición del ánimo respecto a un propósito; pero bueno, aquí debes tener cuidado y recordar que estas en una reflexión, no se trata de cualquier propósito,  “es que me propuse marcar un gol en este partido”, esos propósitos no son malos ni quiere decir que no halla constancia en alguno de ellos, pero no son los que te deben importar en esta reflexión; a propósito te invito en este momento a que pares un minuto y pienses ¿Cuáles son tus propósitos? O mejor, ¿Cuáles han sido tus propósitos mas cercanos antes de leer esta reflexión?, ¿tienes propósitos para tu vida?; bueno luego de esa pequeña pausa activa, te invito a que sigamos y con esos propósitos de vida, comprende de que constancia estamos meditando.
Ahora bien quizá te estés preguntando ¿Por qué no logras ser más constante?, entiendo que es una situación complicada, a veces el querer hacer las cosas bien no es sencillo, seguramente has intentado dejar un habito que te hace daño o adquirir uno que te sirva, sin embargo hacer algo en un momento es sencillo, pero ser constante y lograr continuar realizándolo por un tiempo, es mucho más complicado, y ahora dirás ¿Cómo soluciono esto?, para eso debes recordar las otras “C”, ralamente serán una muy buena base, si tu tienes criterio, carácter y eres una persona compasiva, dada a los demás, al bien común, seguramente tienes un terreno abonado para que la constancia se de en las cosas buenas, para que perseveres en el arte de ser feliz al servicio de los demás.
Es importante en este instante que tengas en cuenta que las cinco “C” te obligan a pensar en decisiones radicales, en cambios que debes tener en tu vida, si decides tomarlas en serio no puedes seguir siendo el mismo “Vicente que va a donde va la gente”, tienes que empezar a tomar las riendas, a ser líder, a realizar un cambio en ti que te ayude, pero para esto será necesario que practiques esta cuarta palabra en tu día a día, que seas constante con este cambio que se genera, con ese deseo de ser bueno.
Por ultimo, pero no menos importante la ultima “C” que se presenta y quizá una de las más pasadas de moda es la de CASTIDAD, a ciencia cierta es una palabra que quizá si conozcas, sin embargo como a muchos quizá te parezca exclusiva para sacerdotes, religiosas, y una que otra tía solterona. Sin embargo si has llegado hasta aquí y estas decidido a leer, es porque eres una persona que al menos esta abierto a la posibilidad de reflexionar un poco, y para esta reflexión quiero sumar otra pregunta nueva ¿realmente serias capaz de vivir en castidad?, ojo, no solo física sino mental, hoy en día se nos presenta el sexo como una droga fácil y la encontramos en todas partes.
Es importante en este punto hablar del sexo como el lenguaje más profundo que puedes llegar a tener con tu pareja, sin embargo, pregunta a ti mismo, si una mujer se besa con cualquiera ¿para ella que significa realmente un beso?, o si un hombre esta con acostumbrado a estar con muchas mujeres ¿será capaz de comprender lo que es entregarse a una esposa?,  y más aún en este ambiente reflexivo ¿Qué puede significar para ti un beso?, esto dependerá de cuanto consideres que valgas como ser humano, el sexo es en ultimas uno de los regalos más bellos que nos da Dios, nos da la posibilidad de dar vida, si eres un poco escéptico dirás “pero los animales también se pueden reproducir”  y en esto tienes razón, pero ellos no deciden exactamente con quien ni bajo que condiciones, tu eres un ser racional, además de espiritual, tu tomas las decisiones sobre ti mismo, sobre tu cuerpo y tu sexualidad.
Por esto que es una bonita forma de metáfora hablar del sexo como “el canto mismo de la vida”, pero ojo, es un canto que como todo canto exige afinación y notas limpias para que suene como debe sonar; luego de tanta reflexión sobre la castidad te tengo una propuesta y te puede sonar extraña, igual que a muchos jóvenes seguramente en la conferencia de Fray Nelson, la propuesta es la siguiente: Empieza a vivir en castidad, pruébate a ti mismo que eres capaz de vivir al menos un mes o porque no hasta el matrimonio o el resto de tu vida en castidad. Realmente te darás cuenta que vale la pena.
Aprenderás y supongo que esta reflexión te ha de ayudar a conocerte y a darle la importancia que requiere tener dominio sobre ti mismo, sobre tus pasiones, aprender a controlarlas y a decidir con claridad, ya para terminar voy a hacer referencia a una situación sobre la cual debes tener claridad y es que  Castidad amargada no sirve, el vivir aburrido o triste por tu castidad seria muestra de falta de madurez, de falta de comprender lo que vales como ser humano y lo que vale tu castidad. Debes aprender a vivir en Castidad pero de forma feliz, aprendiendo a dar valor a tu vida y a la de los demás, a la dignidad del otro y el respeto por su cuerpo.
Ahora te dejaré una ultima pregunta respecto a las cinco “C” de las que hemos dialogado ¿serás capaz de asumirlas y hacerlas parte de tu vida?, es una decisión que debes tomar tu mismo y que seguramente te traerá dificultades, pero que te aseguro te ayudara a ser más feliz, es tiempo de que seas líder, agente de cambio en pro del bien, una persona con Criterio, carácter que sea compasivo, constante y que vive feliz  en castidad comprendiendo así el valor que tiene y que tienen los demás, la decisión es solo tuya.
Cota: He titulado esta pequeña reflexión igual que la de Fray Nelson, con el fin de que sea un pequeño intento de complemento (por llamarla de alguna forma) y les dejo aquí el link donde pueden encontrar la charla original.
Andrés Julián Herrera Porras